Y nos equivocamos. Todos los días. Muchas veces.
Afortunadamente aprendemos de nuestros errores y vamos mejorando poco a poco, y afortunadamente también, ninguno de los errores que podamos cometer por falta de tiempo, por estrés, por falta de conocimiento… van a marcar la vida de nuestros niños y niñas de un modo irremediable. De modo que relajaos. Estad atentos, estad pendientes, pero no seamos muy duros con nosotros mismos ni con los demás, porque es muy difícil estar a la altura de los superhéroes y las superheroínas.
Somos madres, padres, maestros y maestras, pero somos seres humanos que, llenos de incertidumbre y de dudas, intentamos hacerlo lo mejor posible.
Unas veces lo conseguiremos… otras muchas no, y nuestros niños y niñas aprenderán que los adultos también cometemos errores, y olvidamos cosas, y no somos perfectos… así crecerán siendo más transigentes, más solidarios y más empáticos. Levantemos el pie del acelerador, que el estrés mata.