EL PATIO DE MI COLE

…es particular: cuando llueve, se moja, como los demás: de hecho, se empapa, porque hemos utilizado materiales naturales que permiten que el agua pase a la tierra y nutra los árboles tan variados que tenemos: moreras, algarrobos, granados, almendros, falsos ciruelos, falsas pimientas, tipuanas, hibiscus…

Además, las diferentes texturas y superficies (todas aprobadas por la legislación europea y defendidas por la ley de educación) permiten el desarrollo psicomotor de los más pequeños, dan más opciones a la hora de jugar y son respetuosas con nuestro planeta. Con un poco de suerte tendremos bichos también y podremos observarlos y cuidarlos y aprender de ellos.

Eso si, manchan: nos llenan de polvo y de grava y de todo (no os vamos a cobrar por toda la grava que acaba en vuestras casas transportada en zapatos y bolsillos) pero es que la naturaleza mancha y vivir y aprender ensucian. Niños y niñas limpios todo el tiempo son niños y niñas que no aprenden. De modo que ese pantaloncito tan mono que compraste a tan buen precio, déjalo para los domingos, porque si se lo pones para venir al cole ten claro que va a llegar a casa hecho un desastre.

En el cole antiguo ya tuvimos suficiente asfalto. ¡Vivan la tierra, el barro y la grava! ¡Viva la naturaleza! ¡Viva nuestro planeta!

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