
Con enorme tristeza despedimos a nuestro querido Gustavo, el conserje de nuestro centro, una persona entrañable, servicial y siempre dispuesta a ayudar con una sonrisa.
Su amabilidad, su cercanía y su generosidad han dejado una huella imborrable en todos nosotros: alumnado, profesorado y familias.
Hoy no solo perdemos a un compañero, sino a alguien muy querido, parte de esta gran familia.
Te vamos a echar muchísimo de menos, Gustavo. Gracias por tanto. Descansa en paz.



