Sagunto (históricamente conocido como Morvedre, también fue denominado Arse) es un municipio valenciano situado en la comarca del Camp de Morvedre.
La ciudad tiene dos núcleos principales: el núcleo histórico a los regazos del castillo y del teatro romano, y el Puerto de Sagunto, situado en la costa a 4 kilómetros del núcleo histórico. El término municipal cuenta con 65.278 habitantes (INE 2017), repartidos entre estos 5 kilómetros que separan la playa del antiguo castillo romano, viviendo la mayoría de ellos (cerca de 40.589, según INE 2016) en el núcleo poblacional llamado Puerto de Sagunto. También se contabilizan otros 4 núcleos más de menor entidad: el Almardà, La Adelfa y las partidas de Gausa y de Montiver.
De la antigua Arse a Saguntum.
El Castillo de Sagunto
Ya se habla de la ciudad de Sagunto en algunos textos de la literatura clásica, relacionándola con acontecimientos sucedidos en la Segunda Guerra Púnica. Esta ciudad íbero-edetana era conocida como Arse pero con el tiempo daría lugar en la ciudad hispano-romana Saguntum.
La historia de Sagunto como ciudad portuaria es muy extensa. Ya en el siglo III a. C., Sagunto (en aquella época, ciudad de origen griego y aliada de Roma ) constituía un punto estratégico en el comercio por el Mediterráneo con la seca más importante de edetània.[2] Ya en aquella época, comerciantes de Sagunto vivían instalados en las proximidades del puerto (fuera de la ciudad amurallada) con el fin de hacer prósperos sus comercios a expensas de los marineros que llegaban a Sagunto. Este puerto antiguo es el barrio conocido como Grado Viejo.
El Tratado del Ebro finalizó la primera guerra púnica marcando los límites de la inluència entre Cartago y Roma en el Ebro, y según Tit Livi la misma garantía se añadió al tratado del 228 a. C. por la presencia más en el sur del Ebro de la ciudad de Arse (Sagunto), como ciudad libre,[3] en cambio Polibi no lo menciona. La ciudad edetana, fue asediada por el general Aníbal en el año 219 a. C. dado su emplazamiento estratégico. El asedio duró meses, y los habitantes de Arse basaron su estrategia a impedir a Aníbal superar las murallas que cercaban la ciudad. No obstante la negativa de ayuda de las comarcas del alrededor, que veían con temor el creciente poder de Arse sobre los pueblos de la región, pudieron resistir los envites del ejército cartaginés para tomar la ciudad. La situación se hizo insostenible después de la negativa de la República Romana de enviar ayuda a los saguntinos. La ciudad desmoralizada pudo resistir unos meses más, ante un ejército mayor en número y en recursos, hay que tener en cuenta que el ejército que asedió la ciudad se había formado con el objetivo final de derrotar a Roma. Además de estar comandado por uno de los grandes caudillos de la antigüedad. Después del asedio, Aníbal se encontró con una ciudad desolada, parcialmente destruida y quemadura. Aquello enfureció al cartaginés que había sacrificado tiempo, soldados y recursos en la conquista de la ciudad. Cuenta la leyenda que los ciudadanos de Sagunto en no recibir la ayuda de los romanos, y con la negativa de rendirse, decidieron encender una gran hoguera y se lanzaron todos a ella. Así se inició la Segunda Guerra Púnica entre Cartago y la república de Roma.
Siete años después la ciudad fue recuperada por los romanos, bajo el nombre de Saguntum . En el 214 a. de C. pasó a ser administrada como municipium (municipalidad romana); los romanos construyeron un gran circo en la parte baja de la ciudad y un teatro con capacidad de ocho mil espectadores. Según han revelado las excavaciones arqueológicas, la ciudad romana podría haber albergado unos 40.000 habitantes.[4]
Edad Media
Alto Forn del Puerto de Sagunto.
Los árabes tomaron la ciudad en el año 713 después de Cristo. A partir de esta época es cuando el topónimo Saguntum cambió a Morbyter y otras variantes, y más tarde se denominaría Murvedre o Morvedre, denominaciones derivadas de los mure veteres (“muros viejos”, “muros veteranos”) de la edad media. Este cambio de nombre fue posible gracias al hecho que durante la Antigüedad tardía Saguntum se despobló totalmente, hasta el punto que perdió hasta el nombre. Los árabes fundaron un nuevo pueblo al lado de la antigua Saguntum, pero como que no lo sabían, el nuevo pueblo se denominaría “paredes antiguas”. Después de la invasión de los árabes, se inicia la decadencia a favor de Balansiya (València).
El noviembre de 1092, Abu Issa Lubbun ibn Lubbun, visir de Yahya al-Qàdir, se sublevó a Morvedre en desacuerdo con su política de acuerdos con los cristianos y cede su ciudad a Abd-al-Màlik ibn Hudhayl, el emir de Albarracín a cambio de una pensión y el derecho de vivir en Albarracín.[5] Abd-al-Màlik ibn Hudhayl, para no molestar el Cid le prestó vasallaje inmediatamente. El Cid pudo avituallar sus tropas en los pueblos y castillos de Albarracín mientras respetara los dominios de Abd-al-Màlik ibn Hudhayl.
El año 1239 se produjo la conquista de la ciudad por En Jaime I el Conquistador, rey de la Corona de Aragón. El 1363 fue tomada por Pere lo Cruel durante la guerra de los Dos Peres.[6] Después de la Pau de Morvedre se renovaron las hostilidades en la frontera de Aragón y Pedro de Castilla, penetró el 1364 por el reino de València, sembrando el terror y apoderándose de Alicante, Elda, Gandia y otros castillos llegando a asediar València. Con el ataque por tierra de Pedro el Ceremonioso y por mar de Olf de Pròixida[7] los castellanos se retiraron a Morvedre, que es recuperada el 14 de septiembre de 1365 .[8]
Edad Moderna y Contemporánea
En 1868, el nuevo Gobierno Provisional modificó el nombre de la ciudad, denominada Morvedre desde hacía más de diez siglos, por el antiguo nombre romano de Sagunto, siguiendo los cánones románticos y clasicistas de la época.
El diciembre de 1874 , se produjo en Sagunto el pronunciamiento militar encabezado por el general Martínez Campos, que puso fin a la I República y originó el periodo de la Historia de España conocida como Restauración borbónica.
A principios del siglo XX se desarrolló una potente industria siderúrgica alrededor del Puerto de Sagunto, originando el actual casco urbano del Puerto. En los años 80, a causa de la reorganización industrial y a la crisis económica, se cerró el último alto horno.
La ciudad se declaró seguidamente como zona industrial, el que favoreció una mayor diversificación de su sector productivo (cementos, química) y una especialización del sector sidero-metalúrgico, atrayendo las inversiones de grandes sociedades como el grupo Arcelor o la ThyssenKrupp .