Cuando realizamos los talleres sensoriales con luz negra, siempre empezamos de la misma forma. Presentamos el material con el que vamos a trabajar, apagamos las luces y encendemos los focos. ¿Os gusta cómo brilla todo en la oscuridad? Es genial observar cómo se ilumina la clase con las manualidades de nuestros alumnos.
Para crear un ambiente más relajado y mágico podemos poner música de fondo. Este taller le encanta a nuestro alumnado. Es muy enriquecedor. Estimula la creatividad, atención, concentración, motricidad fina, emociones, y sobre todo la intención comunicativa. Es emocionante ver cómo intentan captar la atención del adulto para compartir sus creaciones. Os dejamos algunas imágenes de esos momentos.








