GEOGRAFIA
Bétera está situada en la vertiente sur de la Sierra Calderona, a 15 km de Valencia y a 23 km del mar Mediterráneo, en la zona limítrofe con la huerta valenciana. Tiene una superficie con ligeras ondulaciones, alcanzando los 156 msnm en su punto más alto, destacando el barranco de Carraixet que lo atraviesa de noroeste a sureste.
Su situación geográfica entre el mar y la sierra le proporciona un microclima, que es el más suave de la comarca, siendo los vientos dominantes el de Levante y el de Poniente. Las lluvias aparecen principalmente en otoño y primavera.
HISTORIA
Bétera es un pueblo con una larga historia, como prueban los tres grandes yacimientos arqueológicos que tiene. Los primeros habitantes de Bétera se remontan al siglo VI a. C., los iberos. Han dejado abundantes restos arqueológicos bien conservados, de los que destaca la muralla con las calles y casas que había en su interior. Dentro de las casas se han encontrado muchos materiales que nos hablan de su vida cotidiana.
Recientemente se ha encontrado un yacimiento romano, concretamente una villa romana, en la zona de la huerta, caracterizada por la abundancia de agua, aún se puede observar una acequia de la época. De esta villa (llamada Villa romana de l’Horta Vella) lo más significativo son las instalaciones destinadas a tomar el baño en diferentes estancias y a temperatura variable: la natatio o piscina de más de 60 m², el frigidarium o baño frío, el tepidarium o baño templado y el caldarium o baño caliente. Esta villa romana a mediados del siglo V fue reconvertida por los visigodos en una granja, donde las termas las reconvierten en una almazara. En todo el yacimiento se ha encontrado abundante material cerámico de las dos épocas de ocupación.
También cuenta con numerosísimos restos árabes como la torre "Bofilla", aún en pie y actualmente restaurada, y perteneciente a la antigua alquería del mismo nombre que, según han demostrado las excavaciones realizadas en esta necrópolis islámica, nació en el siglo XI y en 1358 la Orden de Calatrava decidió trasladar a Bétera la escasa población de Bofilla debido a la expulsión de los mudéjares y a la peste negra.
La historia de Bétera no se detiene con la expulsión de los moriscos de la Monarquía Hispánica como ocurrió con la vecina Bofilla. En la Guerra de Sucesión se puso de lado de los maulets, partidarios del Archiduque Carlos, hasta que el Conde de Torres-Torres invadió la población, y desde finales del siglo XVIII siguió el camino de muchas otras localidades valencianas. Repartidos por el municipio podemos observar paneles de cerámica de estas fechas. En el siglo XIX el antiguo Reino de Valencia continuaba estando poblado por una sociedad fundamentalmente agraria, y con predominancia de los señoríos laicos. Por esto, y dado que Bétera se encuentra rodeada de huerta, se construyeron grandes masías señoriales. Existen un grandísimo número de masías repartidas tanto en el casco urbano como en los alrededores, y constituyen la muestra más evidente del pasado reciente del municipio, así como su mayor legado arquitectónico.
En el siglo XX Bétera sufrió también la crisis económica después de la Primera Guerra Mundial, y en los años 30 la CNT (Confederación Nacional del Trabajo, de orientación anarco-sindicalista, adquirió gran poder (hoy en día aún se conserva su edificio sede, la Penya). En 1933 tuvo lugar una insurrección anarquista sofocada por la Guardia Civil, y durante la Guerra Civil española permaneció leal a la República hasta el final. A partir de los años 1960 adquirió las características que tiene mayormente hoy en día. Durante la última década del siglo XX y la primera del XXI Bétera se ha visto sometida a dos fenómenos generalizados en los municipios españoles: el fuerte crecimiento urbanístico, tanto del casco urbano como de los demás núcleos de población del término municipal, y la inmigración.
Fuente: Wikipedia
