REFLEXIONES DE INICIO DE CURSO

Un nuevo comienzo. Una nueva mirada.

El comienzo del curso es un hito relevando cada año. Es un momento de descubrimientos, incertidumbres, nuevos lazos y, sobre todo, un proceso de separación y encuentro que merece ser abordado con la máxima cura y sensibilidad.

A lo largo del tiempo, se han dado diferentes enfoques para este inicio. Al principio, el único que se planteaba era un periodo de incorporación progresiva de los niños y niñas al aula. Ya no empezaban todos el primer día, pero cuando lo hacían era a jornada completa: hoy entra un grupo de cinco de 9 a 13 horas, mañana se los une otro, pasado mañana otro…

La manera de organizar este periodo fue evolucionando y llegó a incluir el aumento progresivo de las horas de permanencia del alumnado: esta semana estará en el aula un par de horas, la siguiente tres… y así sucesivamente hasta llegar a la jornada completa.

Sin embargo, todas las fórmulas que se planteaban en aquellos momentos se centraban en la adaptación del menor al entorno escolar y, en consecuencia, no contemplaban el acompañamiento familiar en este periodo. Las familias llegaban, dejaban sus hijos/se y se iban.

Esto implicaba que los niños y niñas tenían que enfrentarse a solas a una situación totalmente nueva y desconocida, lo cual solía generar ansiedad, estrés y sensación de abandono. El alumnado lloraba, pero estos llantos se interpretaban como una señal de «no adaptación» en la escuela, en lugar de ser vistos como una reacción natural a la separación de sus seres queridos.

Hoy en día, la mirada hacia la infancia es otra, más respetuosa y amable, y la escuela se concibe como un lugar de seguridad y confianza.

Actualmente, ya no es el alumnado el que tiene que adaptarse en la escuela, sino la escuela la que tiene que acogerlo. Ya no se habla de periodo de incorporación, sino de periodo de acogida, y se comprende que una verdadera acogida no puede partir de la angustia que provoca la separación abrupta entre padres e hijos al llegar a la escuela.

En consecuencia, vuestra presencia en el aula acontece un pilar fundamental de este proceso. Con vosotros a su lado, vuestros hijos e hijas se sentirán seguros y confiados en el aula. Ya no habrá sensación de abandono, ni de angustia para quedarse con desconocidos en un lugar desconocido. Y solo así, confiados y seguros, podrán empezar a crear lazos emocionales con esas nuevas personas que están en su vida, nosotros, el personal del centro. Solo así empezará el periodo de vinculación.

Con esta nueva mirada hemos organizado el inicio de este curso escolar. Con esta mirada os esperamos martes, plenos/se de ilusión.

Un saludo, el equipo de EL TABALET.

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