La Dama d’Elx es una escultura monolítica y policromàtica que se encontró casualmente al yacimiento arqueologico de la Alcudia, el año 1897, a 2 km al sur de Elche d’Elx (Baix Vinalopó). Generalmente, se considera que la Dama de Elche es una escultura de arte íbero, datada en el siglo IV aC, o quizás el segle V, es decir, de las epocas de los romanos o de los helenísticos.
Sin embargo, se cree que representa a una mujer que lleva complejos y lujosos atavíos en la cabeza y gruesos gargantillas a cada lado de la cara. Como muchas otros figuras íberas religiosas recuperadas, dispone de un vacío en la espalda que supuestamente servía para introducir cenizas, reliquias u otros objetos sagrados y las hombros se disponen ligeramente inclinadas hacia delante, cosa que hace sospechar que se trata de una diosa o de una sacerdotesa íbera. En los últimos años se ha convertido en el símbolo de Elche, donde ha habido movilizaciones sociales para reivindicar su retorno y su permanencia a la ciudad, en cuenta de exhibirse a Madrid. Después de unas largas negociaciones y continuadas negativas, el 17 de mayo de 2006 la Dama fue trasladada en Elche (en el Palacio de Altamira, que ha sido convenientemente habilidad) y abierta al público el día 18 de mayo. La escultura se mostró en Elche seis meses y va volver en Madrid el día de la ultima representación del Misteri D’elx del año 2006.